La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Esto sucede en cada contracción y relajación del corazón, en donde se irriga sangre a las arterias. La lectura de la presión arterial se representa con dos valores que indican la presión sistólica o alta, y la presión diastólica o baja.
La presión arterial tiene dos componentes:
- Presión arterial sistólica: es el valor máximo de la presión arterial en sístole (en el momento en el que el corazón se contrae). Se refiere al efecto de presión que ejerce la sangre eyectada desde el corazón sobre la pared de los vasos sanguíneos.
- Presión arterial diastólica: corresponde al valor mínimo de la presión arterial cuando el corazón está en diástole o entre latidos cardíacos. Dependerá fundamentalmente de la resistencia vascular periférica. Se refiere al efecto de distensibilidad de la pared de las arterias, es decir el efecto de presión que ejerce la sangre sobre la pared del vaso.
Cuando se expresa la presión arterial, se escriben dos números separados por un guion , donde el primero es la presión sistólica y el segundo la presión diastólica.
Contenido
Particularidades de la tensión arterial baja
Hay una cosa que debes tener siempre presente y es que lo que consideras tensión baja para ti puede ser normal para otra persona, pues de por sí hay personas que tienen una presión baja constante. Es por ello que los enfermeros y los médicos solamente consideran que la presión arterial es demasiado baja en los casos en los que sí provoca síntomas, considerándose así tensión baja a un valor igual o por debajo de 90/60 mm/Hg.
Un descenso abrupto de la presión arterial puede ser mortal para la persona, ya que una bajada repentina de presión sistólica origina síntomas como, fatiga extrema y mareos, ya que el cerebro no recibe sangre adecuadamente. Es una situación de salud que requiere ser atendidos rápidamente por un profesional de la salud para evitar desenlaces fatales.
Factores que pueden provocar hipotensión
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Problemas de corazón
Enfermedades cardíacas, como bradicardia, infarto de miocardio, problemas de las válvulas del corazón e insuficiencia cardíaca, pueden provocar tensión baja (hipotensión).
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Embarazo
En el embarazo la presión arterial tiende a bajar, porque el sistema circulatorio se expande rápidamente durante el embarazo, pero esto es solo durante el embarazo, despué del parto la presión vuelve a su normalidad.
La presión baja puede ser común al comienzo del embarazo, sin embargo, en algunos casos puede causar una gran molestia para la mujer y poner al bebé en riesgo. Los síntomas pueden ser: debilidad, dolor de cabeza, visión borrosa, sensación de desmayo y mareos. Si se observa que estos síntomas son constantes es recomendable acudir al obstetra para que indique un tratamiento eficaz.
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Problemas endocrinos
Enfermedades tiroideas, la insuficiencia suprarrenal y la hipoglucemia pueden desencadenar tensión baja (hipotensión).
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Pérdida de sangre
La pérdida de sangre, denominada «hemorragia», provoca un descenso grave de la tensión arterial.
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Deshidratación
La fiebre, los vómitos, la diarrea grave y el ejercicio descontrolado pueden provocar deshidratación. Esto provoca debilidad, mareos y fatiga, desencadenando la tensión baja.
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Falta de hierro en la dieta
La faltas de hierro y vitamina B12 pueden provocar anemia generando tensión arterial baja.
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Reacción alérgica grave (anafilaxis)
Algunos alimentos, medicamentos, látex, y otros productos, pueden provocar reacciones anafilácticas. Una reacción anafiláctica es una reacción alérgica grave que puede desencadenar problemas respiratorios, urticaria, picazón, hinchazón en la garganta y un descenso grave de la tensión arterial.
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Infección grave (septicemia)
El choque séptico o septicemia es una infección grave que ingresa al torrente sanguíneo y produce un descenso de la tensión arterial que puede llevar a la muerte.
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Medicamentos que provocan tensión baja
- Diuréticos, como hidroclorotiazida o furosemida.
- Antidepresivos tricíclicos, como doxepina o imipramina.
- Betabloqueantes, como atenolol o propranolol.
- Medicamentos para la enfermedad de Parkinson, como pramipexol.
- Alfabloqueantes, como prazosina.
- Medicamentos para la disfunción eréctil, como sildenafil o tadalafilo.
Síntomas de la hipotensión
Los síntomas principales de la tensión baja son: mareos y vértigo, náuseas, palidez, dolor de cabeza, sensación de desmayo, falta de energía y debilidad en los músculos, boca seca, cabeza pesada y sensación de vacío, somnolencia y visión borrosa o doble.
Otros síntomas pueden ser: dificultad para concentrarse, cansancio, sensación de frío. No obstante, la tensión baja extrema puede provocar un shock, que pone en riesgo la vida, por lo que se debe prestar mucha atención a los síntomas que son: pulso débil y acelerado, respiración rápida y poco profunda, confusión y piel pálida, fría y húmeda.
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Complicaciones de la tensión baja
La presión arterial extremadamente baja puede privar al cuerpo del oxígeno que necesita y hacer que el corazón y el cerebro no funcionen correctamente, llevando incluso a la muerte.
¿Cómo controlar la hipotensión?
Si tienes algunos de estos síntomas antes mencionados:
- Siéntate con la cabeza en medio de las piernas o eleva las piernas.
- Bebe un vaso de zumo de naranja mezclado con tomate. Esta combinación es alta en potasio y ayuda a aumentar la presión arterial.
- Ingiere pequeños sorbos de agua con sal y toma un café.
- No te levantes de golpe de la cama, siéntate durante 2 minutos en el borde de la cama antes de levantarte.
- Muévete lentamente.
- Evita la exposición solar en exceso sobre todo entre las 11h y las 16h debido a que el sol está más fuerte, también, evita los baños o las duchas calientes.
- Evita los sitios con mucha humedad.
- Bebe abundante agua para evitar la deshidratación.
- Utiliza medias de compresión que ayuden en el retorno venoso de las piernas al corazón.
- No bebas alcohol, puesto que puede desencadenar tensión arterial baja.
- Sigue una dieta rica en vegetales, frutas y cereales integrales.
- Si tomas otros medicamentos, pregúntale a tu médico si alguno de estos puede afectar a tu presión arterial.
¿Cuándo acudir al médico?
Debes a acudir al médico cuando observes que tu tensión no se eleva con ninguno de los consejos antes indicados, y cuando permanezca baja durante un periodo prolongado de tiempo. También debes consultar al médico o la enfermera cuando tengas con frecuencia estos síntomas mencionados, para que puedan evaluar la causa del problema y prescribir medicamentos, como por ejemplo: efedrina, fenilefrina o fludrocortisona, si fueran necesarios.