En un hospital, la tarea de rasurar a los pacientes, especialmente antes de ciertos procedimientos médicos o cirugías, generalmente la realiza el personal de enfermería, el celador, o el equipo médico encargado del paciente. La técnica utilizada puede variar dependiendo de la situación y las políticas del hospital, pero por lo general se busca minimizar el riesgo de infecciones y daños en la piel.
La técnica de rasurado suele incluir los siguientes pasos:
- Preparación: Antes de comenzar, se debe informar al paciente sobre el procedimiento y obtener su consentimiento. También se verifica la historia médica para detectar posibles alergias a productos de rasurado.
- Limpieza: Se limpia la piel del área a rasurar con un jabón o solución antiséptica para reducir la posibilidad de infección.
- Rasurado: Se utiliza una cuchilla de afeitar desechable o una maquinilla eléctrica diseñada para uso médico. La elección entre cuchilla y maquinilla puede depender del tipo de cirugía o procedimiento, así como de la preferencia del personal médico. Es importante realizar el rasurado con cuidado para evitar cortes o irritaciones de la piel.
- Higiene: Después de completar el rasurado, se vuelve a limpiar el área rasurada con una solución antiséptica para eliminar cualquier posible bacteria o residuo de cabello.
- Cuidado de la piel: Se aplica una loción o crema suave en el área para mantener la piel hidratada y prevenir la irritación.
- Eliminación adecuada de materiales: Las cuchillas o maquinillas utilizadas son desechables y deben ser manejadas de manera adecuada siguiendo los protocolos de eliminación de material médico.
Es importante tener en cuenta que en los últimos años ha habido un cambio en la práctica médica en relación con el rasurado. Antes, se solía rasurar grandes áreas antes de cirugías, pero en la actualidad se tiende a limitar el rasurado solo a la zona necesaria para el procedimiento, ya que se ha demostrado que el rasurado extenso puede aumentar el riesgo de infección postoperatoria y causar molestias innecesarias al paciente. Cada hospital y equipo médico puede tener sus propias políticas y enfoques en cuanto al rasurado de pacientes.